El Hartazgo te hará degustar otros manjares prohibidos pues el que te gustaba ha perdido sabor.
Desanda todo lo recorrido.
Descubre día a día que lo pasado fue un extraño sueño vivido.
Piensa que te quedaste dormido y que ya amanece un horizonte distinto.
Hace tiempo que tus manos se cerraron en un puño amenazando el aire que susurraba palabras en contra de tus sentidos.
Sí, es bueno que te hartes, que rompas, que rasgues, y dejes de perder tu valioso tiempo en una quimera que se esfuma apenas la piensas.
Ya no hay Beatriz para Dante, ni Laura para Petrarca.
Porque ellas son una entelequia, son de todos y de nadie.
Ave César, que el Hartazgo te sea propicio y te sane.
©Iolanthus
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu opinión es importante. Si quieres deja tu comentario.