Este blog es de poesía, cuentos, relatos, un poco de todo y de todos los temas que vayan surgiendo. Yukio Mishima decía: Era un extraño momento aquel en que una imagen surgía de un sueño para penetrar en la vida cotidiana, una realidad que procedía de una abstracción, un poema que se torna corpóreo(...) Surge en ese corazón un ansia de darle forma y así cobrar vida.
lunes, 12 de junio de 2017
EL PÁJARO AZUL
Aquella noche soñó que un pájaro azul se colaba en su alcoba. De súbito quiso entrar en lo más profundo del armario. Le hizo un gesto con la mano diciendo ¡eh pájaro bonito sal de ahí! Y se posó en la lámpara justo encima de la cama de matrimonio. Sacudió el cuerpo del esposo, pero este permanecía dormido con el sueño del guerrero que se sabe amado. Tranquila su respiración, su rostro relajado, su cuerpo extendido entre las sábanas de satén. El pájaro les miraba, tenía aspecto de objeto de porcelana con filigranas de Talavera de la Reina. Desde la lámpara quieto, les observaba. No emitió ningún sonido, nada salía de su alma. Ella decidió abrir la ventana de par en par para que el pájaro saliera ileso. Pero el extraño pájaro no quiso marcharse.
Mientras dormían cada uno su sueño o el sueño los tejía a los dos se asomó descalza al vacío y pudo comprobar que la fachada de su hogar se hallaba repleta de nidos de otras aves.
El pájaro azul seguía allí y la confundía con su presencia. Al cabo levantó un ala y pudo ver que tenía una herida. Se mesó el plumaje con su pico azul y la herida desapareció.
Despertó, y pudo comprobar que su marido ya se había ido. El ruido de un motor alejándose le decía que partía al trabajo como todos los días. Sentándose entre almohadones estampados de selva empezó a preguntarse ¿Por qué el pájaro azul se quedó encaramado en la lámpara? ¿Por qué no voló? ¿Por qué se quedó dentro de su cabeza mirándola sin pudor?
Recogió su sombra y sus latidos de corazón y se desvaneció en la conciencia del día con los ojos bien abiertos.
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¡Bello! Fíjate, hablaba yo de un libro y, en él, de una imagen, ambos perdidos, y tú hablas de un pájaro azul. Hace años un amigo muy querido me regaló una pequeña figurilla de un pájaro azul. Está en casa, sé que está en casa, pero no consigo encontrarla. El otro día estuve con ese amigo y, como cada vez que nos vemos, pienso: "¡que no me pregunte por el pájaro azul!".
ResponderEliminar"Mientras dormían cada uno su sueño o el sueño los tejía a los dos". Muy, muy bello.
Un abrazo, Yolanda.
Que casualidades! Mientras yo te leia tu me leias a mi. Tu pajaro azul debe estar en el sueño de la soñadora jajaja.
EliminarGracias por tu comentario, Carmen y disculpa todas las tildes que no aparcen.Este teclado no funciona bien.
Un abrazo.