Días de guerra
Días tristes de penurias, de muertes, de desesperanza.
Ilumíname ante la debilidad
Míranos desde la distancia acuérdate de que somos lo que quieras tú que seamos
A veces todo y a veces nada.
Ilumíname tú, porque mi boca calla
Porque mudas son las voces ante la impotencia que nos desgarra.
Permíteme usar tu palabra ante mi debilidad
Permite que llegue hasta ti un racimo de frases vanas
Que se desintegran según se lanzan
Primero la peste, después la guerra, después el hambre, después la...
Ilumíname, sí, porque ya no me queda tono ni lengua
Ni pies, ni credo, ni principio, ni ánimo, ni nada.
Hojas secas, que el viento transporta
Fiebre de una noche pasada
Un río Nilo que ahoga y un Amazonas que empapa
Un desierto donde se declama y un horizonte de soflama.
Iluminación, Illuminatio, efecto de llenar de luz
Cuando más sangran nuestros bolsillos
Y muestras almas.
Necesitamos otro brillo que aún sea nuestro y nos ilumine
Sin que nos cueste la vida
Sin que se convierta en un reclamo para mercaderes sin escrúpulos.
Dame tu palabra de que no dejaremos que se incremente el odio
Dejaremos crecer una pequeña llama purificadora en medio del caos
Mientras permanezcamos en este mundo ilusorio
Mientras sigamos moviendo la rueda del Samsara.
IOLANTHUS
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