domingo, 9 de mayo de 2021

VENCEJOS

 


Ya han venido las embajadoras de la primavera.

Anuncian con su trinar que es tiempo de cría, de regeneración, de esperanza.

Siempre en el aire, sólo se posan en los nidos que forman donde pueden o donde las dejan.

Vencejos, las alturas dominan, vienen desde muy lejos.

Por la mañana su canto me despierta y justo antes del anochecer se avisan las unas a las otras "es hora de dormir".

Pero yo, alelada, no duermo. Espero a la luna coqueta que por el este se recuesta y crece. Ella me ilumina con su luz de princesa callada. Es reina y la gran dama. Los poetas a ella le piden gracia. De ella se enamoran desde las serpientes hasta las ranas. 


La poeta que soy no duerme, no duermo.
En mi mundo algunas palabras crecen, otras en cambio, mueren.
Renuevo en la noche de luna el vestido que llevaré mañana:
Alas negras de vencejo y el cantar de la madrugada.

De nuevo amanece y en el cielo vuelan las aves con sus danzas.

Las embajadoras de la primavera se quedan hasta Julio.
Permanecerá mi alma prendida en lo más alto de su vuelo nocturno.
Agosto se mantendrá silencioso sin ellas, 
nos regalará el calor de la tarde que invita al reposo.

Las echaré de menos y sé, que pensaré en Abril
en su canto
en las alas negras y su perfil
en la inspiración de la poeta y su discurso febril.


                                            IOLANTHUS




Zion hört die Wächter singen, 
Das Herz tut ihr vor Freuden springen, 
Sie wachet und steht eilend auf. 
Ihr Freund kommt vom Himmel prächtig, 
Von Gnaden stark, von Wahrheit mächtig,
 Ihr Licht wird hell, ihr Stern geht auf.
 Nun komm, du werte Kron, Herr Jesu, Gottes Sohn! Hosanna! Wir folgen all Zum Freudensaal Und halten mit das Abendmahl.

 Sión oye cantar a los vigías, su corazón salta de alegría, despierta y se levanta presurosa. Su amigo viene radiante del cielo, fuerte en gracia y poderoso en la verdad, brilla la luz de ella, su estrella asciende. ¡Ven, preciosa corona, Señor Jesús, Hijo de Dios! ¡Hosana! Todos te seguiremos a la sala de la alegría para compartir el banquete