lunes, 22 de octubre de 2012

MERCADOS

  



 Ved los comicios; manda el oro en ellos;
el oro le da el triunfo al candidato,
no la virtud y el mérito(...)

                             El poeta  Eumolpo, Satiricón
                                               ( Petronio)
                                                                   





MERCADOS

Hermosos hados hábiles y ocultos,
contentos habitáis en el parnaso
fabricado con visos de traspaso,
protegidos de todos los tumultos.

La economía,  vuestro nuevo culto,
una transacción que salga al paso.
A los débiles no hacéis ya caso
y el que lucha se siente como un bulto.

Dejad por un momento las transacciones
y miradnos, no se os romperá el cuello,
apenas unos puntos os demando:

tened en cuenta nuestras posiciones,
sentencia de muerte es vuestro sello.
¡Ni el faraón tuvo nunca tanto mando!

IOLANTHUS



    Foto: Murias de Rechivaldo (León) 
               Iolanthus



                                                                      









martes, 24 de julio de 2012

GRACIÁN

        ¿Qué jardín del Abril, que Aranjuez del Mayo como una librería selecta? ¿Qué convite más delicioso para el gusto de un discreto como un culto museo*  donde se recrea el entendimiento, se enriquece la memoria, se alimenta la voluntad, se dilata el corazón y el espíritu se satisface?(...)
¡Oh gran gusto de leer, empleo de personas, que si no las halla las haze!


EL CRITICÓN,
BALTASAR GRACIÁN (1601- 1658)
                             

                             


*museobiblioteca




miércoles, 13 de junio de 2012

ORQUÍDEAS MUERTAS






       ESTA ES LA ORQUÍDEA QUE CULTIVO EN CASA


             ES UN PLACER 
              CONTEMPLAR
                   SU FORMA Y BLANCURA
            CON EL TOQUE ROSA
        EN FORMA DE MARIPOSA







                 





Esta publicación es del año 2012. Repasando viejas entradas que ya se han quedado como muertas pues hasta google me ha robado los + que tenía, me he dado cuenta de que esta pobre orquídea se murió este verano. No pudo soportar las temperaturas tan altas que tuvimos durante tanto tiempo. No se secó, se coció literalmente en su propio compost. Y aunque sólo se trate de una planta, me dolió mucho. Este es mi pequeño homenaje al ser vivo que me ofreció tanta belleza durante unos pocos años. La recuerdo hoy en el día de difuntos.
Llamadme pirada, si os parece.

Con amor

YOLANDA

miércoles, 2 de mayo de 2012

NOVELA DE CAMILO JOSÉ CELA


RESEÑA: LA FAMILIA DE PASCUAL DUARTE
         Novela escrita en el año 1960 por Camilo José Cela, premio Nobel de literatura 1989, Cervantes 1995, Príncipe de Asturias de la letras 1987 y miembro de la Real Academia Española.
       Al leer esta novela, parece que se estuviera escuchando la voz narrativa de “El Buscón” de Quevedo, sólo que aquí, en vez de picaresca y crítica social encontramos la ironía para detectar la rudeza del personaje principal, Pascual Duarte. Otra similitud está en que es autobiográfica, narrada en primera persona, a  modo de confesión o expiación del peor de los crímenes y dirigida a Joaquín Barrera López
      Gregorio Marañón, dijo de este personaje: “Ese arquetipo de variedad humana de profunda realidad…héroe agresivo y cándido”. Cierto es la rudeza y crudeza de los personajes, que más que vivir, sobreviven desde el punto de vista social.
     Recomiendo su lectura por su lenguaje rico, directo y sencillo. Poco a poco el personaje nos irá introduciendo en la vida rural, con todos sus crudos matices. Es un retrato de la España profunda, donde hay lugar para todo tipo de sentimientos y sentimentalismos. Eso sí, el lector correrá el riesgo,  al acabar la novela, de apiadarse del “desgraciado” como así le llama hasta tres veces Cesáreo Martín, guardia civil en la cárcel de Badajoz.
                                                                          YOLANDA ROMÁN

lunes, 13 de febrero de 2012

EL BOSQUE DEL FIN DEL MUNDO

   



     - ¡Vamos Alicia, comienza a leer!

Ella lo ha titulado “El bosque de El fin del Mundo”  Su voz grave comienza leyendo:
          -Nadie ha contado jamás cuantos seres lo componen. Me voy adentrando en sus secretos. Existe tanta vida, tanta variedad de especies, muertes y nacimientos, que es imposible de cuantificar. El registro de toda forma viviente es apuntado por el espíritu del bosque en las tablas del cielo. Nada concebible para la mente humana...

   "Tengo que decirlo, no me siento bien, ya no puedo continuar"

...Ahora un ave levanta el vuelo, es pequeña, es posible que otra depredadora acabe por cazarla. A pesar de intuir el peligro ella vuela.
En este bosque los matices cromáticos son imposibles de abarcar con una sola mirada.
El verde claro de una especie de árbol se mezcla con el más oscuro y ambarino otoñal. No puedo distinguir el tono que pertenece a cada cual. Las flores y matojos se pelean en busca de los poderosos rayos de Sol, iniciadores de toda especie. Rojos, violetas, naranjas, amarillos, salpican la vista.
En este bosque nada es lo parece. Cuando cambio el movimiento de mis ojos hacia otra dirección y vuelvo a la anterior posición, lo que habita en ese momento  se transforma a la velocidad de un pestañeo...

    "Estoy seguro de que lo van a sentir tanto o más que yo. Me siento fatal"

        ...En el centro vive un viejo lago que dulcifica y refresca el paisaje azul. En la superficie de espejo se mira el cielo. La línea horizontal que los divide es apenas perceptible formando un todo salvaje y profundo. Sus moradores son pacíficos y observadores. Hay rituales de apareamiento entre aves que son más intensos cerca de este lago misterioso. Pequeños mamíferos buscan con que alimentarse. El pequeño roedor no pasa inadvertido a la serpiente que repta silenciosa. La serpiente es atrapada por el águila culebrera. Segundos más tarde el águila muere vieja cayendo al suelo de matorrales donde la comadreja la devora sin piedad...

      "Esta lectura me recuerda la filosofía de los contrarios."
 
        ... Los restos son devorados por las hormigas y éstas cuando cumplen su función de limpieza son alimento, a su vez para microorganismos que nutren la savia que corre por un gran roble milenario. Es tan exuberante que se distinguen los cambios en su corteza, las hendiduras de la edad, las ramas retorcidas y algún que otro nido de pájaro carpintero. Decido descansar bajo su agradable sombra y escucho la música que se desprende del balanceo de sus hojas al rozarles la brisa. Su savia me cuenta  los secretos cíclicos de la existencia. Susurra en el idioma del Anima Mundi que todo fenece  donde se  halla muy presente  la vida.”



                                                 Extraído de la novela " El mensajero"
                                                                de Yolanda  R.





miércoles, 31 de agosto de 2011

SOBRE EL TRABAJO ....

CAMINO. Óleo sobre lienzo 81 x 65 cm.   de YOLANDA ROMÁN



No existen trabajos humildes. Sólo se distinguen por estar bien o mal realizados. 
Da valor a tu trabajo cumpliéndolo con amor y cariño y así te valorarás a ti mismo. 
El exito en la vida no se mide por lo que has logrado, sino por los obstáculos que tuviste que enfrentar en el camino.

martes, 30 de agosto de 2011

PREMIOS

                                                      
          Tenía el premio en mis manos, un poco sudadas, por los nervios. Siempre me sudan las manos cuando la situación me sobrepasa. Fue un concurso de cocina sin importancia, de esos que no salen en la televisión.  Me sentía tan feliz, tan feliz que las palabras me abrochaban la boca y no había forma de expresarme. Lo único que pude decir fue “Gracias” y a continuación unos borrosos recuerdos.  Todo empezó en la cocina de mi madre.
            Comenzaba temprano, a eso de las diez de la mañana, como un ritual, para que cuando llegase papá la comida ya estuviese preparada. Si no lo estaba, su mal humor llegaría hasta la noche. Mamá me cogía en brazos y me sentaba en una banqueta de madera de las que solía fabricar papá cuando le daba por ahí. Las piernezuelas regordetas me colgaban y mamá me descalzaba para darme besos en los pies mientras el pescado rebozado se iba haciendo en la sartén. Qué bien olían los boquerones, a veces estaban tan ricos que nos los comíamos crudos.

        Luis subió a la tarima para darme la enhorabuena. Me sequé las manos sudorosas en el delantal blanco y se la estreché con el afecto que siento por mi amigo de la infancia. Él   no estaba pasando por buenos momentos, su hija de trece años tiene una rara enfermedad. Un día me aseguró que había algo en mis comidas que mejoraban el estado de salud de la pequeña. Así que siempre que han podido, han  venido  a casa y les  he preparado algo, mientras canturreaba  alguna canción de Serrat o Julio Iglesias.

      Mamá cantaba canciones de Concha Piquer, algo así como “Mi niño no tiene padre”, “Ojos verdes como la albahaca”,”Precaución amigo conductor” de Perlita de Huelva. 
        
A medida que crecía me subía de pie a la banqueta, y mamá me dejaba quitarle la tripa al pescado, o limpiar calamares. Tan frescos estaban que olían a mar. Recuerdo el tacto escurridizo y suave entre los dedos y como al embadurnarlos de harina se me pegaban como los cromos en un álbum. A veces cuando no teníamos pegamento mezclábamos la harina con agua y nos salía una masa viscosa que cuando secaba funcionaba muy bien como cola de pegar.
         Pegábamos cromos en casa de Luis, con la masa de harina, cuando su hija comentó risueña que a ella le faltaba la sal en su vida. Le hablé de mi receta especial: un caldo que hace resucitar a los muertos. Ella siguió riendo, es muy simpática. Le encantan las patatas fritas. A mí también, gordas y crujientes, como la hacía mamá. La lechuga y el tomate los comía por miedo a que me dieran un pescozón en la cabeza, o sea, bajo amenaza.
        Cuando la olla exprés sonaba es que había cocido. En aquella época me empachaba con los garbanzos. Al final los tragaba con aceite de oliva y sal, bien machacaditos. la comida, en general, no me gustaba. Llegaba la hora de sentarse a la mesa y siempre había gritos y discusiones, a cerca de la sal, o del dinero gastado, o cualquier otro tema donde los gritos , cada vez más altos, me llenaban de angustia el estómago y no podía comer. El pescozón me lo llevaba casi siempre. Los enfrentamientos duraron hasta que mamá enfermó, y ya no pudo guisar.
          Mi madre me enseñó la receta del caldo resucitador, y se la he dado más de una vez a la hija de Luis. Por eso me siento doblemente feliz. Vino contentísimo  a saludarme y darme la enhorabuena. Me estrechó la mano fuertemente y me susurró al oído que su niña ya estaba curada, “algo milagroso”  dijo muy emocionado.
 No puedo abrir la boca. Los demás cocineros concursantes, me dan la mano y la enhorabuena. Mis padres no han podido venir. Pero hay algo que no comprendo. Le di la receta a papá  que es el que ahora guisa para mamá y no le ha  funcionado  con ella. Será que cuando papá guisa, no canta, no hay radio, ni nada. A penas el crepitar de la carne en la sartén. El ajo y el perejil han sustituido a la sal.
       Mamá espera en su silla de ruedas a que papá le sirva el plato. Entonces comienza otra rutina. Ella critica su cocina, y la rechaza de mala gana. Los platos van a parar al fregadero con cierto ruido estruendoso. La comida a la basura. En el comedor, mi madre mantiene una media sonrisita extraña,  acaso sea por el ictus que sufrió.