miércoles, 8 de abril de 2020

EL REY PESCADOR

Tú que comprendes la vida...
Has estado en su dulzura, arañándote con su amargura y ya sabes que nada cambia.
Que el pasado sigue siendo presente, que mutan las formas pero no los contenidos.

Sabes de cabalgaduras aunque...ya no hay caballeros.
Sabes de horas duras...aún llenas de anhelos.

Comenzaste siendo peón de ajedrez y hoy eres el rey indiscutible para corazones desamparados.
En un tiempo por llegar, te convertirán en un dios.

Tu conocimiento es fruto de querer ayudar, hacer el bien. pero el bien no camina solitario,
siempre lo acompaña su oponente. Inherentes, inconscientes, inapelables, bienes y males.

Porque no nacemos solos, nos estallan las cadenas en el alma.
No, no podemos hacer nada para evitar desangrarnos.
Existe una verdadera libertad, difícil de alcanzar sin que su onda expansiva no dañe a otros.

Sí, sabes, sabes demasiado y a veces tanta verdad duele tanto...
Pero a través de tus ojos y al sentido de tu tacto se le desprende amor de enamorado.
Néctar de pasión, de lo que eres, de agua para sed, de calma para inquietud.
Guardián de secretos de mortales infelices, poeta de versos no escritos y en el corazón escuchados.
Enderezador de caminos que se tuercen por desconocimiento, por falta de credo interior.

Sí, sientes...siente profundamente, tanto que los valles quedan anegados con tu llanto
erosionando tu tierra de soberano.
Hasta los reyes necesitan lacayos, para soledades no buscadas y descargar sus secretos.

Los profundos arcanos piden ser compartidos como si tuvieran vida propia.
Al pronunciarse salen impelidos hacia otra alma,  Diotima  sabia.
No son un simple sueño que se evapora en las venas, su energía fluye haciéndose realidad.
Este pozo de sabiduría se llena y se ilumina hasta cegar a los aprendices de vivencias.

Confesiones gritando en un interior cansado. Escenas en tres actos que quieren seguir existiendo
antes de caer en el olvido.
Y por estos acentos de amor,
tú comprendes bien la vida
porque has compartido su dulzura, te has clavado espinas de rosas amargas
y sabes...que pocas cosas cambian.


                                                         IOLANTHUS



Lancelot du Lac, MS M.805 fol. 104r - Images from Medieval and ...
Lancelot du Lac, Northeastern France, perhaps in Saint-Quentin or Laon, between 1310 and 1315

miércoles, 1 de abril de 2020

CRIATURAS INACABADAS

   Te has quedado triste. Lo sé porque recoges tu cara de forma cansada y ya no le prestas interés a lo que estabas haciendo.
Quizá sea mejor no decir nada sobre la enfermedad de mis ojos hasta que ya sea patente y no lo pueda disimular. O cuando sienta miedo de salir a la calle por no tropezar. 
    Te describo los síntomas de la forma más suave que puedo:
Que no puedo leer durante mucho rato, que no puedo escribir al ordenador más de una hora pues las letras se doblan. Las líneas se curvan, los cuadros se plegan en pequeñas muescas que destrozan el conjunto. Pero eso no es nada. Aún puedo leer y aún puedo escribir. Tengo la esperanza en que la enfermedad degenerativa se pare sola o se retrase.

    No sé lo que haré cuando se me ocurra un poema y no pueda escribirlo. Tal vez tú, seas mis ojos y mis sentidos. Yo te dicto las palabras y tú escribes sin rechistar. No me harás preguntas sobre la naturaleza del contenido, porque la ambigüedad será su riqueza, pues en ella caben todas las posibilidades y no solamente una. Serán los poemas campos abiertos donde jamás habite la tempestad, y quizá entenderás que en cada verso hay una brizna del verbo amar. 
   No sé si eso será posible porque entre el poema que danza en la cabeza y la mano que lo escribe hay un lazo que no se puede cortar, una intimidad que no se puede profanar. Quizá sea el tiempo en el que entiendas, cuando hable en voz alta, lo indispensable que es para mí fabular, hablar de "el rayo que no cesa "y poner en mi voz callada un reflejo de nuestra existencia.
    Es la naturaleza pura contradicción, me dio la luz para crear un mundo de criaturas inacabadas, y me oscurece la forma de transcribirla. Pero aún no. Lo cierto es que podrán quedarse ciegos mis ojos, pero no mi corazón


                                           IOLANTHUS


Claude Debussy - Arabesque No. 1
https://www.youtube.com/watch?v=Ogx9LgSH-z4



CANTIGA DE AMIGO

Véngome de estudiar las nubes,
su volumen, color, altura, esponjosidad,
humedad, y capacidad de crear paleidolias.

Allí mismo lo he visto, he visto tu rostro que fruncía el ceño
como un juez desconcertado.
Tus ojazos marrones mirábanme confusos
y tus labios, dirigiendo la música de tu alma
escapábanseles besos de alarma.

Dirigíanse las nubes hacia el norte y los besos hacía el sur.
Cargadas éstas de lluvia  deshacíanse en el mar de tu cuerpo.
 Toda suerte de locuras empapaban tu vigorosa figura
Y cuando en tus poros mezclábanse la sal y la sed
las nubes se despejaron dejando un claro sobre tus pestañas.
Y entonces pude saber que las aguas  représanse por amor y  descárganse con ansia
con suave tacto y un poco de fe.

Vengo de ver el cielo.
Declarábase cómplice y mensajero de los secretos del corazón
y los abrazos de los amantes.

©Iolanthus

Foto:© Iolanthus

sábado, 21 de marzo de 2020

DOY GRACIAS A LA VIDA

      Hoy sigo con este blog que abrí hace unos años pensando que tendría muchos lectores. Los tuve cuando funcionaba Google +, pero hasta esa opción ya la he perdido. Sin embargo a pesar de todo lo difícil que es mantener la atención del lector, que cada vez es más exigente y busca sensaciones intensas o calidad en lo que se escribe, voy a continuarlo porque, querido o posible lector, lectora, no sé hacer otra cosa. Pero basta de lamentos. Especialmente ahora con lo que estamos viviendo.

     No quería hablar de ello pero es inevitable, el Covid-19 se apodera de todo. Mata e infecta. No hay que olvidar que hay gente que lo supera. Yo me pregunto si dadas las circunstancias debería prepararme para morir.

Hoy finalicé la novela de Dostoievski, Crimen y castigo. Me ha sorprendido encontrar este sueño que nos describe el autor en la mente de Raskólnikov:

   ....Soñó en su enfermedad que el mundo todo estaba condenado a ser víctima de una terrible, inaudita y nunca vista plaga que, procedente de las profundidades de Asia, caería sobre Europa. Todos tendrían que perecer, excepto unos cuantos, muy pocos, escogidos. Había surgido una nueva triquina, ser microscópico que se introducía en el cuerpo de las personas. Pero estos parásitos eran espíritus dotados de inteligencia y voluntad. Las personas que lo cogían se volvían inmediatamente locas. Pero nunca, nunca se consideraron los hombres tan inteligentes e inquebrantables en la verdad como se consideraban estos atacados. Jamás se consideraron más infalibles en sus dogmas, en us conclusiones científicas, en sus convicciones y creencias morales. Aldeas enteras, ciudades y pueblos se contagiaron y enloquecieron...

     Espero que aparte de la neumonía que causa el Covid-19, no nos volvamos todos locos.
En mi entorno, hay miedo pero también hay mucha ternura y cariño. La gente sale al balcón todos los días a las 8h para aplaudir a todas las personas que cuidan de la salud y a las fuerzas del Estado que hacen lo que es su deber.
     No hay que perder la esperanza. Quedaremos muy mermados a todos los niveles, psicológicos, económicos, físicos. Una carrera hay en los laboratorios de todo el mundo para encontrar una vacuna.
Hasta que llegue esa salvación, no perdamos la cabeza. Ya de nada sirve acusar  a nadie de no haber sabido gestionar la situación. Yo creo que en el fondo, nadie tiene ni idea de lo que es este bicho y lo que representa. Algunos tendremos suerte y otros no.

Si tuviera que escribir mi propio epitafio diría:
Doy gracias a la vida por haber vivido, a pesar de todas las heridas sufridas en el alma y todos los dolores de mi cuerpo. Por todo lo que me ha dado, mi marido, mis hijas. Por todas aquellas personas que se cruzaron en el camino y me aportaron tanto, bueno y malo. Lloré, fui feliz, me enamoré (este es un estado crónico en mí) Gracias, mereció la pena estar aquí.


                                                                       IO_LANTHUS



sábado, 29 de febrero de 2020

CONVERSACIONES CON ALCOHÓLICOS

Era una tarde de viernes. Estaba cansada del trabajo de toda la semana.

- "Otro viernes más"- pensó.

Planificaba como sería el fin de semana cuando sonó el móvil. Su hermano la llamaba. Tuvo un presentimiento nefasto.
 -"Sólo llama cuando tiene problemas."

- ¡Joder con tu hermana Lorena cómo se ha puesto porque le he pedido que me preste dinero!¡Que se lo voy a devolver joder!
La voz era inconfundible. Estaba bebido.

Otra vez la misma cantinela: mi mujer me domina, tengo la voz así porque me he mordido la lengua. Quiero irme esta noche y necesito dinero para el billete de tren.

Ninguno de los razonamientos que le explicaba le valían para convencerle de que borracho no se soluciona nada. Una amplia experiencia en tratar con bebedores dentro de la familia ya le había dado las claves para no soportar una vez más una situación tan desagradable. Porque el alcohólico es un enfermo pero hace enfermar a todos los que le rodean.

Ahora ella era una mujer de mediana edad sufriendo los vaivenes de las hormonas, a saber, depresión, ansiedad, insomnio, dolores y un largo etcétera de síntomas a cual más desagradable que una mujer en la premenopausia tiene que sufrir.
Y este viernes padecía ansiedad. Al oír la voz de su hermano le aumentó los latidos del corazón, la opresión en el pecho, las náuseas.
Al otro lado su hermano se justificaba una y otra vez con excusas cada vez más inverosímiles. Ella sabía que en el estado de embriaguez nadie razona y aún así le alentaba a que fuera fuerte se enfrentara sereno a la situación y apechugara con los resultados por muy desagradables que fueran. Entre tanto soportaba dolorosamente las manipulaciones emocionales a las que la sometía asegurandola que sus hermanas eran lo que más quería en la vida.

-Tú eres la única que me entiende, Susana.

Y a Susana más se le encogía el corazón. Ella sabía que no era verdad.

-Tienes que ir a un psiquiatra. No estás bien.
- Te contaré un secreto que nadie sabe.
La angustia crecía por momentos en ella. Se vio obligada a escuchar su confesión.
-No se lo cuentes a nadie.
- Precisamente eso es lo que deberías contarle a un psiquiatra. Un médico puede ayudarte. Conmigo te justificas para seguir haciendo lo que sea que quieras hacer. Lo que sea a lo que  teno te puedes enfrentar.

-Yo no puedo ayudarte.

Y entonces como en toda conversación de alcohólico pasó a otro tema. Volvió al pasado. A una relación pasada con una mujer a la que quiso mucho. Aquello transportó a Susana en el tiempo. Tenía unos diez años y su padre, también borracho le hablaba de una mujer que le dejó después de cinco años de relación. Siempre era lo mismo, que ella le quería como un hermano y al final le abandonó.
Susana tenía diez años y no entendía nada, pero sufría lo indecible cada vez que su padre se emborrachaba y la usaba para desahogarse. Ahora, cuarenta años después, la misma angustia, el mismo dolor en la conversación con su hermano. La misma situación. Pero esta vez supo defenderse.
Cuando su hermano volvió a nombrar a su amor perdido, Susana no pudo continuar.
La ansiedad la iba a hacer vomitar. Entre seguir escuchando y colgar el teléfono, decidió colgar.

No se alegró de su decisión. A su padre no podía quitárselo de encima. A su hermano sí. Pero tantos años de maltrato psicológico le pasaron factura. Así que tuvo que acudir a las valerianas. Después recurrió al Valium para poder dormir.

Que nadie piense que estas situaciones se resuelven con final feliz.


domingo, 12 de enero de 2020

EN MEDIO DE LA OSCURIDAD

En medio de la oscuridad, con los ojos cerrados intentaba imaginar un momento de luz; sería la fuente donde bebiera inspiración y belleza. Pero la oscuridad siguió siendo oscuridad. La luz no se hizo y el verbo no tuvo sed de inspiración y la belleza se le hizo ininteligible.
Bienvenido, Mundo, a la nada más absoluta.





THE SPHERES,  OLA GJEILO

https://www.youtube.com/watch?v=iocKB3UYD9s

domingo, 23 de junio de 2019

TÚ ERES REINA, TÚ AUSENTE

Aquí en el sofá contemplandote con los ojos cerrados
en el silencio de una siesta como de Fauno
parece que flotas en otro tiempo.

Tu eres reina
A ti se acercan los necesitados
y los oprimidos por todo tipo de causas.
Pareces ajena a sus plegarias
Pareces aún más dormida dentro de un sueño  que se sueña en otro sueño.

Tú ausente,
tú en otro campo.
En un lugar prohibido en una viña donde el vino es manjar
 y veneno aderezado con especias de olvido.
Para poder bailar con Morfeo un sorbo has tomado
y te mueves con las palabras que acuden cual silbido
pero... no entiendes nada
O no demuestras ningún interés.

¡Dejadme dormir!
Gritas enfadada cuando las plegarias en susurros van llegándote.
Dicen que eres reina cruel, pues a tus súbditos has apartado.
Yo digo que te cansa el poder
y no sabes entender que hay detrás de tanta palabra.
No quieres emprender el esfuerzo que hay que hacer.

Y así contemplandote mientras duermes en el sofá destartalado
aunque bebas y bailes en tu viña, en tu sagrado campo
las voces seguirás escuchando.

Tu sueña querida reina.
Tarde o temprano de tu dulce siesta terminarás despertando.

©Io_lanthus





sábado, 6 de abril de 2019

SI LAS ROSAS...

Si las Rosas tuvieran conocimiento de sí,
de su aroma y de su belleza
empezarían a competir entre ellas
intentando desbancar a la que, a su parecer, fuese la más fea
o...la más hermosa.
Para ello, unas les dirían a las otras lo imperfectas que son
y en esta batalla de egos, caerán todas, las heridas y las sublimadas.
Unas se marchitarán por abandono y otras por vértigo
(todo tiene caducidad)
Este es el principio de la división y el caos.
¿Quién decide o sabe a ciencia cierta cual es la más bella?
¿Cuáles son esos criterios que ensalzan a unas y desahucian a otras?
Imaginad algún demiurgo que dirige este jardín caótico y desbordado, es también ácrata, caótico y pagado de sí mismo.
Imaginad el sufrimiento...
Por eso las Rosas no tienen consciencia de que lo son. Por eso todas son esencialmente bellas.


miércoles, 24 de octubre de 2018

LAS VIDAS DE LA HOJA



Ver cómo la hoja cae a la tierra húmeda de otoño es la imagen ancestral y perpetua que vive en la mente del que observa.
En su descenso, silenciosa, solo tocada por el roce del aire, la hoja semiseca, en su liviandad aún persevera y resiste unos segundos.
Unos segundos que son una eternidad, pues este gesto de la naturaleza lleva siglos produciédose.
Lo que antes estuvo fresco y lozano tiene que aceptar su destino.
Todo es vanidad bajo el Sol.
Antes de tocar el suelo han pasado por el mundo eones de sueños, algunos consumados y otros no.
No ha llegado aún a ser humus cuando un transeúnte de mediana edad la recoge y en el calor de esa mano que la toca queda todavía esperanza.
La persona la mira, acaricia con suavidad  las desdibujadas líneas de la hoja y recuerda momentos dulces en los que besaba el cuerpo desnudo de su amante.
Una lagrima cae posándose incierta en el borde de la hoja y lo que nunca esperaría en su último recorrido es que alguien la besara( gesto infinito de unos labios que atesoran sueños vividos).
No lo sabemos, nadie llegó a ver qué fue de la hoja.
Unos dicen que se la guardó en un bolsillo, otros que la arrugó en sus manos y la tiró al suelo.

Dejemos vagar los pensamientos:
Coger la hoja o dejar que siga su senda de reciclaje natural. Llevarla al hogar y hacer un bonito adorno con ella.
Guardarla como  amuleto o como alimento para el corazón.


                             YOLANDA






domingo, 16 de septiembre de 2018

EL CUERVO O EL HAMBRE DE POESÍA.



- Yo soy poeta.-  Dijo la mariposa.
- Tienes unos colores divinos.- Le contestó el cuervo.
- Te hablo de esencias que no se ven.- Dijo ella mientras se mesaba los ocelos.
- ¡ Oh sí querida!- Suspiro él.

Un rayo de sol iluminó  las alas de la mariposa haciendo que brillaran aún más sus colores.
El cuervo siempre fue cuervo, nunca dijo de sí mismo que fuera otra cosa. De un solo picotazo se zampó a la mariposa.
Satisfecho su sentido del arte, oteando el horizonte alzó el vuelo en busca de otras tonalidades.

YOLANDA.


domingo, 15 de julio de 2018

LAS BUENAS INTENCIONES


        Conozco un columpio que se encuentra en el fondo del bosque. Cuando estoy triste me subo a él. Me balanceo hacia adelante cogiendo impulso fuerte hasta llegar bien alto. Arriba hay demasiadas ramas que ocultan el sol y en el suelo mis pies rozan el barro. Últimamente he visto varias veces un cuervo negro. Al principio lo miraba como si fuera parte del paisaje. Pero me llevé una gran sorpresa cuando en vez de graznar como haría cualquier cuervo, éste empezó a hablar. Sus mensajes han pasado de ser encriptados a sonar con un lenguaje mucho mas claro. Quiere que salga de este bosque oscuro donde me he camuflado. Pero le he dicho que desde que el lobo fue tan cruel conmigo no soy capaz de relacionarme con el resto de los mortales. Ese personaje tan desagradable que soltaba dulzura por su boca al final sacó bien sus colmillos. Y de qué manera! Su lengua encarnada era todo odio. Y yo que sólo queria su amistad...
Alguien puede pensar que el cuervo tiene razón y debo salir pero...permitidme que ya no crea en las buenas intenciones.
Así que me sigo columpiando en la oscuridad del bosque donde, de vez en cuando, un rayo de sol se refleja en el agua del lago y entonces sonrío.
Los reflejos tienen otro color y si te acercas al borde y tocas con los dedos la imagen reflejada se distorsiona, como las buenas intenciones.

Hace mucho que no me llaman Caperucita Roja. Ahora mi capa es de color marrón como la tierra y así deseo que siga siendo. El cuervo sabe muy bien de lo que hablo y agradezco su compañía. 




domingo, 20 de mayo de 2018

LA LUNA TAMBIÉN SE HASTÍA


Hubo un poeta inglés, natural de Salisbury (ciudad de Wiltshire) que solía vagar en las noches de luna llena por los alrededores de Stonehenge. Algo supersticioso, nunca se atrevía a posar sus pies en el centro del templo celta. Ya de antiguo se escuchaban leyendas de hechizados que habiéndose situado en el centro de dicho lugar, se producía en ellos una especie de posesión que los inducía a cometer actos extraños de los cuales, tiempo después, no supieron si habían sido verdad o fruto de su imaginación.
Así el poeta caminaba meditabundo en busca de inspiración. La luna de belleza fantasmal le observaba mientras crecía y cuando menguaba. 
Una cálida y espesa noche de plenilunio el poeta salió como de costumbre a dar su largo paseo. Esta vez el satélite tenía una luz especial o él estaba especialmente susceptible de ser absorbido por ella. Todos los poetas se sienten atraídos magnéticamente por la luna. Es algo tan fuerte que nadie que posea esa sensibilidad puede sustraerse a su influjo, ni siquiera aquellas o aquellos que no escriben versos. La licantropía es uno de esos males que aún pululan por el mundo.
Nuestro poeta un poco cansado y fascinado por la luz íntima se sentó apoyando su espalda en una de las columnas de piedra de cara al interior del círculo. Sacó su petaca y dio un trago de licor. Cogió su pipa del bolsillo la llenó de tabaco y encendió la yesca para prenderlo. No se sabe cómo el artilugio salió volando hacia el centro del templo. Por inercia se levantó a cogerlo. Una vez en sus manos levantó la vista hacia el cielo. Esplendorosa la luna le habló así:
     - Buscas cada día unos versos nuevos que escribir. Grabas en tu memoria las imágenes que te conmueven, las transformas y le das vida en tus escritos.  Te fijaste en mi y quieres que todos los días te susurre al corazón palabras de amor, deseos de unión, eternidad de abrazos, continua presencia y que te saque de tu dura existencia.

Hubo un momento de silencio. Boquiabierto se le cayó la pipa y la yesca al suelo. Por unos instantes le pareció que la luna lloraba. Unos suaves suspiros se escuchaban. Volvió a escuchar su voz de plata a modo de reproche:

     -No te das cuenta de mi condición, siempre colgada en las alturas, siempre creciendo, menguando y desapareciendo sin poder evitarlo. No quieres entender que mientras la personas deambulan de un lado para otro, yo he de permanecer aquí, custodiando deseos, escuchando oraciones, súplicas y desdichas. 
No puedo hacer más de lo que hago y no pienses que eres una marioneta en mis manos blancas, también tú puedes ignorarme cuando te venga en gana.

Volvió el silencio. La luz se hizo más opaca. Dio unos pasos hacia atrás dejando los dólmenes que forman el círculo sagrado. Totalmente embrujado giró sobre sus pies y volvió a casa como alma suspensa en una nube.
Abrió la ventana de su cuarto para verla otra vez, pero ya amanecía y no quedaba rastro de ella. Cogió el cuaderno de la inspiración y escribió hasta bien entrada la mañana.

El reloj de la pared dio tres campanadas, pam, pam, pam. El poeta despertó, vio la ventana abierta y el cuaderno abierto repleto de versos. No podía entender si había sido un sueño o la luna le había hablado de verdad. Miró afanosamente en su chaqueta para fumar su pipa y no la encontró. La yesca tampoco estaba.
Entonces sonrió para sí mismo. En su último paseo había encontrado lo que buscaba.